INTELIGENCIAS EMOCIONALES
lunes, 25 de noviembre de 2019
bibliografia
7. BIBLIOGRAFÍA
- Álvarez, M. (Coord.) (2001). Diseño y evaluación de programas de educación emocional. Barcelona: CISSPRAXIS. - Bisquerra, R. (1996). Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica. Madrid: Narcea. - Bisquerra, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona: CISSPRAXIS. - Bisquerra, R. (Coord.) (1998). Modelos de orientación e intervención psicopedagógica. Barcelona: CISSPRAXIS. - Elías, M.J.; Tobías, S.E. y Friedlander, B.S. (1999). Educar con inteligencia emocional. Barcelona: Plaza Janés. - Prieto Sánchez, M.ª D. y Ferrandiz García, C. (2001). Inteligencias múltiples y curriculum escolar. Archidona (Málaga): Aljibe.
- Álvarez, M. (Coord.) (2001). Diseño y evaluación de programas de educación emocional. Barcelona: CISSPRAXIS. - Bisquerra, R. (1996). Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica. Madrid: Narcea. - Bisquerra, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona: CISSPRAXIS. - Bisquerra, R. (Coord.) (1998). Modelos de orientación e intervención psicopedagógica. Barcelona: CISSPRAXIS. - Elías, M.J.; Tobías, S.E. y Friedlander, B.S. (1999). Educar con inteligencia emocional. Barcelona: Plaza Janés. - Prieto Sánchez, M.ª D. y Ferrandiz García, C. (2001). Inteligencias múltiples y curriculum escolar. Archidona (Málaga): Aljibe.
ANTECEDENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Los antecedentes de la inteligencia emocional tienen que rastrearse en las obras que se ocupan de la inteligencia y de la emoción. Éstos son los dos componentes básicos de inteligencia emocional, que como descriptor se está utilizando solamente a partir de la segunda mitad de la década de los noventa. Por lo que respecta a los antecedentes centrados en la inteligencia, nos hemos referido a ellos en los apartados anteriores al tratar de la inteligencia académica, inteligencia práctica, inteligencia social y la teoría de las inteligencias múltiples. A continuación vamos a referirnos preferentemente a los antecedentes centrados en la emoción. Como antecedentes encontramos los enfoques del counseling que han puesto un énfasis en las emociones. Particularmente la psicología humanista, con Gordon Allport, Abraham Maslow y Carl Rogers, que a partir de la mitad del siglo XX ponen un énfasis especial en la emoción. Después vendrá la psicoterapia racional-emotiva de Albert Ellis y muchos otros, que adoptan un modelo de counseling y psicoterapia que toma la emoción del cliente hic et nunc como centro de atención. La influencia de la psicología humanista en la orientación se ha puesto de relieve en múltiples obras y en este mismo Proyecto hacemos referencia a ello. Este enfoque defiende que cada persona tiene la necesidad de sentirse bien consigo misma, experimentar las propias emociones y crecer emocionalmente. Poner barreras a este objetivo básico puede conllevar comportamientos desviados. Taylor et al. (1997) al ocuparse de los desórdenes afectivos hacen referencia a algunos aspectos históricos de la inteligencias.
a emocional.
¡DEMASIADAS INTELIGENCIAS?
Hay una considerable variedad de «inteligencias» a las que se han referido diversos autores en los últimos años. Un conjunto de estas «nuevas inteligencias» o inteligencias no tradicionales, como la inteligencia social, interpersonal, personal, intrapersonal, práctica, emocional, etc., pueden englobarse en la categoría de «inteligencias no académicas». ¿No son demasiadas inteligencias? Existen marcados solapamientos entre estas inteligencias: la inteligencia social coincide prácticamente con la interpersonal y además es una parte de la emocional; lo mismo respecto a la inteligencia personal e intrapersonal, que son una parte de la emocional; la práctica y la emocional también tienen muchos elementos en común. Los constructos de estas inteligencias varían considerablemente según los autores. Dentro de esta amalgama de propuestas, Hedlund y Sternberg (2000) proponen la expresión «conocimiento tácito» para referirse a las inteligencias social, práctica y emocional, con lo cual se evita la confusión que a nivel científico puede provocar la palabra inteligencia. Estas «nuevas inteligencias», en general, carecen del apoyo empírico que les permita gozar de una aceptación generalizada en el mundo académico. Tal vez en un futuro consigan abrirse camino hacia un reconocimiento por parte de la comunidad científica. De todas formas, lo que es evidente es que todo este movimiento ha supuesto una bomba de oxígeno en el marco de la inteligencia académica, cuyas implicaciones para la educación son obvias. Dejando al margen las inevitables discusiones académicas.
LA TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
En esta obra se expone de manera sistemática la teoría de las inteligencias múltiples, preguntas y respuestas que han ido surgiendo a lo largo de estos diez años, la educación de las inteligencias múltiples, su evaluación y lo que puede ser la escuela del futuro, centrada en la atención a la diversidad.
Gardner (1995), en su teoría de las inteligencias múltiples, distingue siete inteligencias: musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal. Posteriormente Gardner (2001) añade dos más: inteligencia existencial e inteligencia naturalista. La inteligencia naturalista se refiere a la conciencia ecológica que permite la conservación del entorno; la existencial es la que utilizamos cuando nos formulamos preguntas sobre el sentido de la vida, el más allá, etc. Incluso sugiere la posibilidad de otras inteligencias. De todas estas inteligencias, son la inteligencia interpersonal y la intrapersonal las que nos interesan particularmente, ya que son las que tienen que ver con la inteligencia emocional. En cierta forma, la inteligencia emocional está formada por estas dos inteligencias. En otro orden de cosas, la inteligencia interpersonal tiende a coincidir con lo que otros autores han denominado inteligencia social. Mientras que la inteligencia intrapersonal tiende a coincidir con la inteligencia personal .
Gardner (1995), en su teoría de las inteligencias múltiples, distingue siete inteligencias: musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal. Posteriormente Gardner (2001) añade dos más: inteligencia existencial e inteligencia naturalista. La inteligencia naturalista se refiere a la conciencia ecológica que permite la conservación del entorno; la existencial es la que utilizamos cuando nos formulamos preguntas sobre el sentido de la vida, el más allá, etc. Incluso sugiere la posibilidad de otras inteligencias. De todas estas inteligencias, son la inteligencia interpersonal y la intrapersonal las que nos interesan particularmente, ya que son las que tienen que ver con la inteligencia emocional. En cierta forma, la inteligencia emocional está formada por estas dos inteligencias. En otro orden de cosas, la inteligencia interpersonal tiende a coincidir con lo que otros autores han denominado inteligencia social. Mientras que la inteligencia intrapersonal tiende a coincidir con la inteligencia personal .
LA INTELIGENCIA SOCIAL
La inteligencia social se refiere a un modelo de personalidad y comportamiento individual según el cual la gente tiene un conocimiento de sí misma y del mundo social en que vive. Los individuos utilizan este conocimiento para manejar sus emociones y conducir su comportamiento hacia las metas propuestas . El constructor de inteligencia social incorpora elementos de la psicología de la personalidad y de la psicología social. Se centra en el individuo en su contexto social. Las raíces de la inteligencia social están en Kelly, Rogers, Rotter y algunos representantes de la psicología cognitiva De la inteligencia social se deriva la competencia social y las habilidades sociales. La competencia social es un conjunto de habilidades que permiten la integración de pensamientos, sentimientos y comportamientos para lograr relaciones sociales satisfactorias y resultados valorados como positivos en un contexto social y cultural. Esto incluye establecer y mantener relaciones sociales positivas, evitar amistades perjudiciales, contribuir de forma colaborativa y constructiva al grupo (de iguales, familia, escuela, trabajo, comunidad), adoptar comportamientos de prevención y potenciadores de la salud, evitar comportamientos de riesgo para sí mismo y para los demás, percepción de claves sociales relevantes, anticipación realista de obstáculos sociales, anticipación de las consecuencias del comportamiento para sí mismo y para otros, generar soluciones efectivas en problemas sociales, traducir decisiones sociales en comportamientos sociales efectivos, etc.
INTELIGENCIAS EMOCIONALES
. LA INTELIGENCIA ACADÉMICA
Se entiende por inteligencia académica lo que tradicionalmente se ha entendido por inteligencia. Remite al clásico factor g, el cual comprende aspectos relacionados con la memoria, habilidad analítica, razonamiento abstracto, etc. (Sternberg, 1997). Durante todo el siglo XX ha estado presente la discusión sobre el constructo inteligencia y lo que significa exactamente. Conviene insistir en que la importancia de la inteligencia se debe en gran medida a los tests de inteligencia, y que éstos fueron creados para predecir el éxito académico. Es decir, inteligencia, tests y educación, han sido referentes psicopedagógicos básicos durante el siglo XX. Desde esta perspectiva, el factor g se fue desglosando en otros factores susceptibles de ser medidos por los tests, los cuales han recibido denominaciones como: factor numérico, razonamiento abstracto, habilidad espacial, aptitud verbal, etc.
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